viernes, 5 de marzo de 2010

Suetonio



El texto es una fuente literaria cuyo autor es Suetonio, escritor griego del mundo romano entre los S. I y II d. C. Es una fuente fundamental sobre la renovación de la ciudad de Roma durante el mandato de Augusto, ya que se llevan a cabo numerosas construcciones de obras de ingeniería.

Augusto heredero de Cesar, continuó su política completando la conquista de Hispania en el 19 a.C y cuidó de crearse un halo de prestigio aprovechando cualquier éxito para mitificar sus acciones a través de una propaganda artística y literaria sin precedentes.

De este modo, el nuevo gobierno llegó a ser contado como una vuelta a los orígenes de Roma o a la feliz Edad de oro, y sus reformas religiosas y ética se impusieron como la regeneración necesaria tras décadas de desórdenes.

Suetonio informa en el primer párrafo sobre la apariencia de la ciudad romana antes de la llegada de Augusto al poder, siendo esta de ladrillo se embellece posteriormente con mármol con el fin de afianzar la magnificencia y la duración de la nueva cuna artística.

Por ello, el emperador comienza la construcción de nuevos templos y edificios públicos inclinándose por materiales muy ricos en todas sus obras como el Templo de Apolo. Todas ellas son construcciones cívicas dirigidas hacia el pueblo, apartando las edificaciones del individualismo de la Antigüedad. Esta renovación se justifica por el crecimiento demográfico en Roma, por lo que “se crea un nuevo foro ya que los dos que existían no eran suficiente” .

El tercer foro de Augusto fue sin duda, la obra más ambiciosa del reinado y destinada a la mayor repercusión. En ella se insistía en la fórmula inaugurada por Cesar, pero creando un curioso efecto de sorpresa en los costados ya que tras los pórticos clasicistas de los templos se abrían unas amplias exedras semicirculares con nichos donde se alineaban las estatuas de los antepasados de Augusto y de los forjadores del poder romano.

Suetonio explica que para la creación de un nuevo templo, el de Marte, Augusto realizó una promesa ante el Senado justificando tal construcción con la victoria de una batalla, y aprovechando esta para realizar un buen acto con el pueblo.

Tales normas de construcción debían pasar antes por el Senado para poder llevarse a cabo, ya que, durante el mandato de este emperador, el senado se convierte en una cámara que acepta o no las nuevas construcciones de edificación solamente si son utilitarias y funcionales.

Al final del texto, el autor, señala la construcción de edificios palaciegos junto con bibliotecas privadas unidas concretamente al templo de Apolo situado sobre el Palatino, la colina más famosa de Roma, donde se asentaron los primeros habitantes que poblaron este lugar. Durante la República se convirtió en el barrio donde residía la clase dirigente romana y los más ricos. Ya en la época imperial, pasó a ser la residencia oficial de los emperadores desde el emperador Augusto, para manifestar así la relación entre el emperador y el fundador de la ciudad.

Posteriormente, el emperador consagra el Templo de Júpiter Tonante después de haber sido protegido por la divinidad “ durante una noche de marcha en su campaña de Cantabria donde un rayo pasó rozando su litera y mató al esclavo que le precedía para alumbrarle”.

En conclusión, la arquitectura financiada en Roma por Augusto y su corte no se limitó a exaltar a los dioses y al emperador, sino que fue una época atenta a las necesidades del pueblo y a sus diversiones, que posteriormente dará lugar a las termas imperiales de la Urbe.

Bibliografía:

- - “ Arte Clásico”, Miguel Ángel Elvira Barba, Historia 16, Madrid, 1996.

Vitruvio y los diez libros de Arquitectura


Marco Vitruvio Pollión vive y escribe durante la época de Augusto entre los S. I a. C. Fue autor de “ Los diez libros de arquitectura” que no sólo explica la teoría y la práctica de la edificación, sino que también es un libro de gran importancia como fuente de todos los escritores anteriores a Vitruvio.

Su obra abarcaría la reunión de todos los estudios de este arte, es decir, de toda la ciencia y práctica arquitectónica. “Los diez libros de arquitectura” es una fuente, sin duda, de una arquitectura textual, es decir, una obra literaria sobre la arquitectura, que cada época quiso hacer suya, unas veces como aval para la revolución, como pasaría en la Edad Media, para la renovación durante el Renacimiento, otras como instrumento de la tradición e incluso de la reacción ante las novedades artísticas, pero también como objetivo de reproches históricos de consideraciones sobre su perfecta inutilidad.

En la Edad Media, se llevaron a cabo numerosas falsificaciones de manuscritos, manipulaban documentos antiguos para así engrandecer al cristianismo, igual por mera ingenuidad debido a que creían que tal tratado era demasiado avanzado para la época y podría destruir sus bases cristianas. Pero no siempre fue así. Durante el S. X, en la etapa más religiosa se conservaban y se multiplicaban los manuscritos de Vitruvio en varias bibliotecas monacales.

Así, en ellos, las imágenes que pretendían representarlo no sólo son una figuración de un arquitecto, sino del arquitecto en sí mismo.

Su obra la escribe al final de su vida y presenta en ella una gran influencia griega. Tanto su obra como él tienen el mismo carácter y si el arquitecto podía ser idealizado o demonizado, su libro también sufrió oscilaciones interpretativas desde el S. XV. Sus reglas, normas y descripciones pudieron levantar expectativas teóricas y filológicas o servir como modelo para dar respuestas a nuevas necesidades. Pero también sufrieron continuas críticas y correcciones históricas comenzando por Alberti, durante el Renacimiento, quien se basa en su obra, pero aún así rechaza su lenguaje. Aunque debemos revocar esto, ya que Vitruvio declara no ser escritor sino ingeniero y arquitecto.

Su obra, se convirtió finalmente en un bien muy respetado llegando a ser como la Biblia por su aspecto constructivo y arquitectónico, ya que esto era una manera de atacar a la nueva arquitectura gótica y ojival que estaba naciendo a finales del S.XII.

Como ya explica su nombre, la obra está compuesta por diez libros de arquitectura. El libro primero, trata de la arquitectura en general, de las cualidades y ciencias necesarias al arquitecto, de la elección del lugar para edificar una casa, para erigir una ciudad.

El segundo trata de las comunidades primitivas y del origen de los edificios. El principio de las cosas, los materiales apropiados para la construcción, sus formas, los cortes y el tipo de madera utilizada.

El tercero explica el origen de los templos, de sus medidas, de las clases y la estructura de cada uno de ellos y el orden jónico.

El cuarto habla de los tres órdenes: dórico, corintio y toscano.

El quinto libro afecta a los edificios públicos, y particularmente a los teatros, baños, termas y puertos. Vitruvio, en este libro, se dispone a explicar la disposición y la estructura de los lugares públicos. En primer lugar refiriéndose a la construcción adecuada y conveniente del foro, ya que los magistrados dirigen tanto los asuntos públicos como privados dentro de este. Seguidamente habla de la composición del heranio, la cárcel y la curia. En el tercer capítulo del libro V trata la ubicación del teatro, en el siguiente de la armonía como ciencia velada y difícil dentro de la música. En el capítulo cinco, de los vasos del teatro, el trazado del teatro en el sexto, los teatros griegos, la acústica, los pórticos y paseos detrás del escenario, los baños seleccionando un lugar más cálido posible, así como de la palestra desde su construcción griega hasta su tradición en Roma. Y finalmente, trata los puertos y los astilleros explicando como proteger las naves en caso de tormentas.

El libro sexto, trata sobre las condiciones climáticas y la disposición de los edificios, las casa de las ciudades y también del campo.

El libro séptimo habla sobre los ornamentos y la decoración de los edificios particulares con sus distintas preparaciones como en enlucido, en mármol o en minio, y los diferentes colores utilizados.

El libro octavo trata de la hidráulica y se detiene en los procedimientos para encontrar y conducir el agua, así como el modo de nivelar las aguas y comprobar su salubridad.

El penúltimo libro hace referencia a la astronomía, la astrología, a las diferentes constelaciones, al sol y a la luna, el universo y sus planetas.

El último de sus libros, el décimo, describe las maquinas de defensa, de ataque, de Ctesibio para elevar agua de tracción y maquinas para elevar agua. También hace referencia a los diferentes utensilios militares así como catapultas o ballestas.

Bibliografía

- “ Los diez libros de Arquitectura”, Vitruvio, Alianza forma, Madrid, 1996.