miércoles, 17 de febrero de 2010

Platón II


El primer texto es una fuente literaria primaria o directa ya que fue realizada por el propio autor, el filósofo Platón que vivió en Grecia durante el S. IV a. C. El texto en forma de diálogo presenta al “extranjero” y su amigo “ Thetetes”. Platón en la conversación se manifiesta en la persona del extranjero. Comienza hablando de la existencia de dos maneras diferentes para poder acercarse a la realidad. Una de ellas, la primera es la copia, es decir, la representación fiel de la realidad reflejada con las mismas proporciones.

La segunda manera, sería el llamado simulacro que se basa en la apariencia, por lo que Platón la descarta ya que no es fiel a la realidad. El filósofo en el texto lo justifica añadiendo que el simulacro ocurre sobretodo con las figuras escultóricas, puesto que estas están distorsionadas con la función de engañar al ojo, que es o que éste ve en un primer momento, es decir, la apariencia de la obra de arte. Por ello, Platón lo condena y lo critica ya que la apariencia es engañosa y está lejos de la esencia de las cosas. Lo denomina el arte de fingir que se rige por unas leyes distintas a las de la realidad, leyes internas.

Platón condena, de manera tajante, los efectos ópticos que se identifican con los avances o las novedades de la época, junto con la perspectiva, ya que están transformando la realidad. En conclusión, el filósofo intenta que la realidad deba ser representada con la verdad y la bondad.

El siguiente texto, incluido dentro de su libro “República” es el número 420. Como el anterior, es una fuente literaria pero esta vez no en forma de diálogo, aunque también escrito por el mismo autor, Platón. En este texto, proclama la utilización de colores reales como medio de acercamiento a una realidad fiel. Realza la belleza del conjunto si éste, únicamente, está pintado con colores que le convienen, es decir, colores reales tales como el negro para los ojos, desechando el púrpura, ya que en la realidad no existen ojos con tal color.

Este texto es una fuente documental ya que, a través de él, podemos saber que las antiguas esculturas griegas estaban policromadas, aunque no hayan llegado hasta nosotros con esta apariencia. Todas ellas, incluyendo las esculturas de bronce, realzaban sus volúmenes con colores brillantes y chillones pero siempre siguiendo la misma norma, colores convenientes.

El siguiente texto, leyes 656, es también una fuente literaria. En él, Platón recomienda seguir con la práctica egipcia ya que en más de 2000 años no llegaron a alterar el arte ni mostraron novedad alguna. En Egipto, la música había sido instituida por la diosa Isis, conocedora de lo que era apropiado, y por ello, se promulgaron leyes que prohibían cualquier cambio o innovación. A través del texto, sabemos que también ocurría lo mismo con la escultura y la pintura egipcia, que habían permanecido inalterables durante diez mil años y se utilizaban en los templos para representar modelos de virtud.

Esta consagración de las artes impidió que la "insana" afición por la novedad, que surgía del placer por lo nuevo y del cansancio por lo viejo, ejerciera influencia alguna. Platón utiliza en este texto a los egipcios como modelo por su uso selectivo del arte, objeto de alabanza para él, ya que era un arte que podía llegar a representar la esencia, la idea de las cosas.

El próximo texto llamado, Hipias Mayor, entra también dentro de la obra literaria de Platón, y, como tal, es una fuente literaria escrita en forma de diálogo entre Hipias y el mentor de Platón, Sócrates. Esta vez, el texto, nos habla directamente de la estética de los materiales y de su utilización en numerosas esculturas. Un material bello puede representar la belleza en sí misma, dando por supuesto que los materiales que se nombran, tales como el oro, el marfil y el mármol embellecen todos los objetos en los que se aplican, en este caso, esculturas.

El autor establece su crítica, ya que está en contra de esas afirmaciones que no hacen referencia a una realidad verdadera y fiel.

Por último, el texto incluido dentro de su libro “ República” es el número 400, es de nuevo otra fuente literaria y escrita por Platón, nos habla de que algunas cualidades como la sensatez, la coerción , la elegancia y la excelencia de ritmo son cualidades de la oratoria. Pero las mismas cualidades deben hallarse en el dibujo y en las artes afines, en oficios como el del tejedor, bordador o arquitecto, en la naturaleza de los cuerpos y en las plantas que se señalan al principio del texto.

También son estas las cualidades que los niños del Estado modelo deben perseguir para apartarse de las cualidades opuestas, tales como “la maldad, el desenfreno, la grosería o la falta de gracia en la representación de los seres vivos”, si hablamos de artistas. Los poetas, por otra parte, están obligados a describir solamente personajes bondadosos ya que debe prohibirse toda maldad, vileza y falta de decoro tanto en las artes figurativas como en la arquitectura. Tales cualidades no son dignas de ser representadas.

En conclusión, Platón manifiesta una selección de la realidad eligiendo cualidades únicamente bellas y buenas. Pero lo hace a través de un espíritu dictador contra la individualidad del artista, justificado en que el arte es una amenaza con un poder maléfico, ya que puede corromper el alma y es capaz de pervertir a los niños del Estado modelo.

Bibliografía:

- “Arte y pensamiento en la época helenística” Jonh Onians, Ed. Alianza Forma, Madrid, 1996.

- “Historia de la filósofia” J.M. Navarro Cordón y T. Calvo Martínez, Ed. Anaya, Madrid, 1991.

- Web

No hay comentarios:

Publicar un comentario